Uno acaba por convertirse en aquello que cultiva en sí mismo
Mónica Orozco
Mindfulness nos invita a reconocer desde la calma y la claridad, qué está sucediendo dentro y fuera de nosotros, y así ser conscientes de nuestras emociones, de nuestra insatisfacción y/o sufrimiento. A su vez desde esa calma, claridad y espaciosidad nos es posible reconectar con el amor siempre presente.
En los últimos años los científicos occidentales han adquirido una comprensión importante de lo que el budismo nos ha enseñado durante miles de años: el cultivo consciente de cualidades del corazón como son la autocompasión, la compasión, la amabilidad, la gratitud, la generosidad, la alegría…….tiene un impacto sanador y positivo en nuestras mentes y contribuyen de manera significativa en nuestro bienestar.
Muchas tradiciones contemplativas y la psicología occidental coinciden en apuntar que lejos de tener que crear estas emociones se trata más bien de evocar o recordar ya que forman parte de nuestra naturaleza humana fundamental.
El equilibrio emocional basado en Mindfulness implica estar en contacto con nuestras emociones, vivirlas plenamente y, al mismo tiempo, cultivar con paciencia los hábitos del corazón y de la mente que fomenten la paz y la alegría en nosotros y en quienes nos rodean.
La metodología es principalmente experiencial, basada en las prácticas y técnicas de Mindfulness y Compasión.
A lo largo de las sesiones se presentaran prácticas meditativas específicas, explicaciones teóricas, así como actividades, ejercicios y lecturas que faciliten espacios de reflexión y la puesta en común de los participantes.
Se entregará material de audio en alguna de las sesiones.