Blandiendo la gran espada de la Sabiduría;
Cantando los Nombres de Manjushri
Con un gran gancho para dominar las impurezas;
El es el más destacado, el más famoso, el más renombrado;
Y está dotado con gran luz,
y el más celebrado esplendor
Manjushri es uno de los tres bodishatvas más importantes del budismo tibetano. Es la manifestación de sabiduría de todos los Budas. Junto con Avalokiteshvara – que representa la Compasión- y Vajrapani – que representa la energía o el poder – en el Kriyatantra componen la triada de los protectores de las tres familias. En el sutra forma parte del grupo de los ocho grandes bodisatvas llamados “los ocho hijos próximos”.
A su manifestación pacífica, tanto en China como en Japón como en Tibet, se le invoca para desarrollar las facultades intelectuales, la memoria, la erudición, la elocuencia… sobre todo la sabiduría no dual de la vacuidad. Su manifestación airada, Yamantaka, es la sabiduría que pone fin a la muerte, a la ignorancia dualista que nos arroja una y otra vez en el samsara.
Se le representa habitualmente como un joven príncipe, adolescente, de piel blanca o anaranjada, reflejando pureza e inocencia. Sostiene una espada flameante en su mano derecha que representa la realización de la sabiduría trascendental que corta de raiz con la ignorancia y la dualidad. Suele sostener el Sutra de la Prajnaparamita sobre un loto azul con su mano izquierda, sentado con las piernas cruzadas en la postura de loto.
A Manjushri se le representa a veces sobre un león blanco, que indica su linaje principesco y su valentía, esto representa el uso de la sabiduría para subyugar a la mente, lo que se compara con cabalgar y subyugar a un fiero león.
De acuerdo a la tradición, Manjushri se convierte en un ser iluminado mucho tiempo antes, como el Tathagatha Nagadhiraja y Bahagavna Manjuketu. Más tarde, cuando Buda Shakyamuni alcanza la iluminación, Manjushri asume la forma de un bodisatva del décimo nivel. Esto le permite hablar con el buda sobre todo el vasto Dharma y transmtir todo este conocimiento. Numerosas de sus enseñanzas las podemos encontrar en los sutras.
En uno de los sutras, Manjushri dice que él mismo no alcanzará la completa iluminación antes de que miríadas de otros seres sintientes no se iluminen. Esta actitud, originada por Manjushri, se conoce hoy como el “voto del Bodisatva”.
El voto del Bodisattva es un voto mahayana que implica liberar a todos los seres de la existencia cíclica, del samsara. Para cumplir con este voto, Manjushri manda sus emanaciones que trabajan para el beneficio del dharma y de todos los seres sintientes.
En China, en Mount Wutai Shan, la montaña de cinco picos, se dice que Manjushri nació milagrosamente como un niño de 8 años de edad. Esta montaña es lugar de peregrinación tanto para chinos como para tibetanos, se dice que es el lugar predilecto de Manjushri.
Hay una profecía que asegura que en el futuro, Manjushri alcanzará la iluminación final como el Tathagata Sarvarakshaka, su tierra pura llamada Vimala, está predicha como una de las dos mejores tierras puras de toda la existencia.
Es costumbre entre los monjes de los monasterios, el recitar el mantra de Manjushri por la mañana, nada más despertarse. Sus cualidades son ampliamente elogiadas en el Abhidharma: